"La ausencia del esfuerzo es un fenómeno asombroso; una vez que lo conoces, se te hacen posible millones de cosas. Con esfuerzo, triunfarás en bolsa; sin esfuerzo, alcanzarás a Dios. Con esfuerzo, nunca alcanzarás el nirvana; llegarás a Delhi, pero al nirvana no.
Tengo muchos amigos en el mundo de la política, en el mundo de los negocios, del mercado, y muchas veces vienen y me dicen:
"Enséñanos una manera de relajarnos, la que sea, porque nosotros solos no somos capaces".
Tengo muchos amigos en el mundo de la política, en el mundo de los negocios, del mercado, y muchas veces vienen y me dicen:
"Enséñanos una manera de relajarnos, la que sea, porque nosotros solos no somos capaces".
Un ministro de gobierno solía venir, siempre con el mismo problema:
- No puedo relajarme. Ayúdame -me decía.
- Si de verdad quieres relajarte -le contestaba-, tendrás que abandonar la política. El ministerio y la relajación no pueden existir juntos; si te relajas, perderás puntos. Así que tú decides. Yo puedo enseñarte a relajarte, pero entonces no te enfades, porque no podrás atender a ambas cosas a la vez. Primero, acaba con la política, y luego ven a verme.
- ¡Imposible! -replicaba-. He venido a aprender relajación para poder ser más competente y llegar a ministro en jefe, porque, a causa de las tensiones mentales y de las preocupaciones constantes, no puedo trabajar lo suficiente, y los demás toman la delantera.
- No puedo relajarme. Ayúdame -me decía.
- Si de verdad quieres relajarte -le contestaba-, tendrás que abandonar la política. El ministerio y la relajación no pueden existir juntos; si te relajas, perderás puntos. Así que tú decides. Yo puedo enseñarte a relajarte, pero entonces no te enfades, porque no podrás atender a ambas cosas a la vez. Primero, acaba con la política, y luego ven a verme.
- ¡Imposible! -replicaba-. He venido a aprender relajación para poder ser más competente y llegar a ministro en jefe, porque, a causa de las tensiones mentales y de las preocupaciones constantes, no puedo trabajar lo suficiente, y los demás toman la delantera.
Los políticos son gente muy competitiva, y yo estoy perdiendo terreno. No he venido aquí para dejar la política.
- Entonces, por favor, no vengas -le dije en una ocasión-. Olvídate de mí; dedícate a la política por entero, agótate, abúrrete de ella, acaba con ella, y después ven a verme".
- Entonces, por favor, no vengas -le dije en una ocasión-. Olvídate de mí; dedícate a la política por entero, agótate, abúrrete de ella, acaba con ella, y después ven a verme".
OSHO