jueves, 19 de febrero de 2009

TRABAJAD CON EQUILIBRIO










El mejor arreglo es trabajar en el mundo pero sin perderse en el.



Trabajad durante cinco o seis horas y, luego olvidaos de todo.



Dad al menos dos horas a vuestro desarrollo interior; unas pocas horas a vuestra relación, al amor, a los niños, a los amigos, a la sociedad.



Vuestra profesión solo debería ser una parte de la vida. No debería solaparse en todas las dimensiones de vuestra vida, como sucede por regla general.



Un médico se convierte en un médico durante casi las veinticuatro horas.



Piensa en ello, habla de ello. Incluso cuando come es un médico.



Mientras hace el amor con su mujer, es médico.



Entonces es una locura; es enfermizo.
Para evitar esto, la gente escapa.



Entonces se convierte en buscadora las veinticuatro horas del día.



Una vez más, comete el mismo error de ser algo las veinticuatro horas al día.
Todo mi esfuerzo radica en ayudaros a estar en el mundo y, sin embargo, a ser buscadores. Desde luego es más difícil, porque habrá más desafío y situaciones.



Es más fácil ser un médico o un buscador. Será complicado ser ambas cosas, porque eso os proporcionará muchas situa­ciones contradictorias.



Pero una persona crece cuando tiene ante sí situa­ciones contradictorias.



En la agitación, en ese choque de contradicciones, nace la integridad.
Mi sugerencia es que trabajéis de seis a ocho horas y que las dieciséis horas restantes no seáis médicos. Emplead dichas horas para otras cosas: para dormir, para la música, la poesía, la meditación, el amor o para hol­gazanear.
También eso es necesario.



Si una persona se vuelve demasiado sabia y no puede holgazanear, se torna pesada, sombría, seria.



Se pierde la vida.



Osho

jueves, 5 de febrero de 2009

Chuang Tzu dice:



Es mejor no empezar, porque una vez que se empieza hay que completarlo.



Compréndelo y deja de moverte en un círculo vicioso.



Por eso he dicho que Chuang Tzu era una flor rara, más rara que un Buda o un Jesús, porque él lo logró simplemente comprendiéndolo.
Para Chuang Tzu no hay ningún método, ninguna meditación.



Lo que él dice es:



Sólo tienes que comprenderlo.



Has nacido. ¿Qué esfuerzo realizaste para nacer?



Creciste. ¿Qué esfuerzo realizaste para crecer?



Respiras. ¿Qué esfuerzo realizas para respirar?



Todo se mueve por sí mismo, entonces,

¿para qué preocuparse?

Que la vida fluya por sí misma y entonces estarás en un continuo soltar. No luches y no trates de ir contracorriente, ni siquiera intentes nadar; solo tienes que fluir con la corriente y dejar que esta te lleve allí donde se dirija.

Sé una nube blanca moviéndose en el cielo… sin objetivo, sin ir a ninguna parte, solo flotando. Este flotar es la flotación esencial.
Así que lo primero para comprender a Chuang Tzu es:



Sé natural.



Hay que evitar todo lo antinatural. No hagas nada que sea antinatural.



La naturaleza es suficiente, no puedes mejorarla, pero el ego dice:



No, sí que puedes mejorar la naturaleza;



esa es la razón de la existencia de la cultura.



Cualquier esfuerzo por mejorar la naturaleza es cultura, y toda la cultura es como una enfermedad;



cuando más culturizado está un hombre, más peligroso es.



Osho