sábado, 9 de enero de 2010

ENTREGA Ó VOLUNTAD???


La entrega no puede posponerse; la voluntad sí puede ser pospuesta.
De modo que con la voluntad puedes tomarte tu tiempo, vidas, y puedes ir trabajando lentamente.
Pero con la entrega no hay dónde ir y no puedes pensar en el futuro; el futuro no está permitido.
Si dices:
«El de la entrega es mi camino y algún día sucederá»
te estás engañando a ti mismo.
Si el de la entrega es tu camino, la entrega habría sucedido ya.


Alguien le preguntó a Mozart,
¿Quién es tu Maestro? ¿De quién aprendiste música?»
Mozart le contestó,

«No hay nadie que sea mi Maestro.
La he aprendido solo, por mí mismo».
El que le preguntaba le dijo,
«Entonces dime, ¿puedo también yo aprender por mí mismo?»
Mozart le contestó,
«Yo nunca le hice esta pregunta a nadie.
Hasta para saber esto has venido a mí a preguntármelo, de modo que te será difícil aprender música por ti mismo. Incluso esto lo has tenido que preguntar a alguien: si eres capaz de aprender música sin Maestro.
Necesitas de un Maestro hasta para decidir esto!
Así que no podrás».
El hombre insistió. Le dijo,

«¿Por qué? ¿Si tú fuiste capaz, por qué no yo?»
Mozart le dijo,

«Si fueras capaz de hacerlo, ya lo habrías hecho».

Así que si la entrega pudiera suceder y tú estuvieses en condiciones para ello, ya habría sucedido.

No puedes escogerla. Elige la voluntad, porque tiene afinidad con el elegir.
Con la entrega, el elegir no tiene afinidad. La elección necesita de la voluntad. Escoge pues la voluntad, y trabaja duro.
Y sólo pueden pasar dos cosas. O bien tienes éxito o bien fracasas; pero esfuérzate al máximo de modo que si tienes éxito, éste sea total, y si fracasas, que el fracaso sea total, y esa condición de totalidad decidirá.
Los tibios y mediocres esfuerzos no conducen a ninguna parte, pues nunca puedes determinar cuál es tu tipo esforzándote a
medias. Con tímidos y tibios esfuerzos nunca podrás decidir cuál es tu tipo. Nunca podrás saberlo.

¡Trabaja duro!

O bien ten éxito totalmente, o bien fracasa totalmente.
De ambas maneras llegarás al mismo punto.
Si triunfas plenamente, la voluntad desaparecerá.
Al ser perfecta, muere. Si fracasas totalmente, entonces la ausencia de voluntad se volverá una señal y luego vendrá la entrega.
Todos los esfuerzos pertenecen al camino de la voluntad. Cuando alguien se esfuerza con todo su corazón y falla, se abre el otro camino.
¡Es un camino sin preparación!
Es como una puerta de emergencia. En un accidente de aviación utilizas las puertas de emergencia.
Puede que no te hayas ni dado cuenta de que existen.
No tienes porqué.
Por lo general, abres, entras y sales por la puerta corriente, la usual. La puerta de emergencia sólo se abre cuando hay una emergencia y un colapso total.

En ese instante las puertas corrientes no valen.
El entregarse es la puerta de emergencia. Empieza con lo usual, la voluntad. Cuando la voluntad falla totalmente, se abre la puerta de emergencia y sales fuera. Y si triunfas, no hay necesidad de que la puerta de emergencia se abra.
Puede que ni te enteres de que existe. Puedes llegar a tu destino sin saber que había una puerta, una puerta de emergencia que podía haber sido abierta en cualquier instante.
Por eso no puedes empezar con la entrega, nadie puede.
Todo el mundo ha de empezar con la voluntad.
Sólo tienes que recordar una cosa:

Sé siempre total en lo que hagas para que así puedas decidir el camino adecuado.




OSHO