jueves, 5 de febrero de 2009

Chuang Tzu dice:



Es mejor no empezar, porque una vez que se empieza hay que completarlo.



Compréndelo y deja de moverte en un círculo vicioso.



Por eso he dicho que Chuang Tzu era una flor rara, más rara que un Buda o un Jesús, porque él lo logró simplemente comprendiéndolo.
Para Chuang Tzu no hay ningún método, ninguna meditación.



Lo que él dice es:



Sólo tienes que comprenderlo.



Has nacido. ¿Qué esfuerzo realizaste para nacer?



Creciste. ¿Qué esfuerzo realizaste para crecer?



Respiras. ¿Qué esfuerzo realizas para respirar?



Todo se mueve por sí mismo, entonces,

¿para qué preocuparse?

Que la vida fluya por sí misma y entonces estarás en un continuo soltar. No luches y no trates de ir contracorriente, ni siquiera intentes nadar; solo tienes que fluir con la corriente y dejar que esta te lleve allí donde se dirija.

Sé una nube blanca moviéndose en el cielo… sin objetivo, sin ir a ninguna parte, solo flotando. Este flotar es la flotación esencial.
Así que lo primero para comprender a Chuang Tzu es:



Sé natural.



Hay que evitar todo lo antinatural. No hagas nada que sea antinatural.



La naturaleza es suficiente, no puedes mejorarla, pero el ego dice:



No, sí que puedes mejorar la naturaleza;



esa es la razón de la existencia de la cultura.



Cualquier esfuerzo por mejorar la naturaleza es cultura, y toda la cultura es como una enfermedad;



cuando más culturizado está un hombre, más peligroso es.



Osho