martes, 22 de julio de 2008

UN PROCESO CONSTANTE de pensamientos en tu mente te ciega.


No puedes ver más allá de ellos. Crean una niebla. Te vuelves nebuloso. Es igual que el polvo acumulado en un espejo; así el espejo no puede reflejar lo que hay.
Hay que limpiar el polvo, quitarlo; el espejo debe quedar limpio, entonces refleja. De lo contrario, ¿cómo va a hacerlo? El polvo creará distorsión.
Los pensamientos son como el polvo. Los pensamientos son una continua preocupación. Por ejemplo: estás sentado bajo el árbol y de pronto un cuco empieza a cantar; pero tú estás absorto en tus pensamientos. No oirás al cuco.
Esa hermosa canción no penetrará en ti. Estás demasiado lleno de tus propios pensamientos, no te queda espacio, así que no puede entrar en ti. Es simple aritmética: si quieres que algo penetre en ti, tienes que dejar algo de espacio.
Tus pensamientos llenan tu mente de tal manera que nada puede entrar.
La verdad es la suprema invitada. Deberás vaciarte por completo; sólo entonces podrá entrar la verdad.
Lo pensamientos son una preocupación. La gente que está demasiado metida en sus pensamientos permanece en una especie de mundo privado. Tienen su propio mundo de pensamientos, sueños, proyecciones y deseos. Van corriendo de un lado a otro, pero no miran los árboles, el verdor de las flores, los pájaros, la gente, los niños; no pueden ver nada.
Osho-"El Arte del Té"