martes, 21 de julio de 2009

Verdad, consciencia, dicha.


Esas son las verdades absolutas.

En primer lugar llega la verdad.

En cuanto entras en ella, tomas conciencia de tu realidad eterna: el sat, la verdad.

Al profundizar en tu realidad, en tu verdad, te darás cuenta de la consciencia, de una increíble consciencia.

Todo es luz, nada es oscuridad.

Todo es consciencia, nada inconsciencia.

Eres simplemente una llama de la consciencia, sin siquiera una sombra de inconsciencia por ninguna parte.

Y cuando profundizas aún más, el núcleo definitivo es la dicha, anand.
Buda dice:

«Renuncia a todo lo que hasta ahora has considerado importante, significativo».

Sacrifícalo todo para ese absoluto porque es lo único que te satisfará, que te llenará, que llevará la primavera a tu ser... y estallarás en miles de flores.
El placer te hará ir a la deriva.

El placer te hará más astuto, pero no te proporcionará sabiduría.

Te hará cada día más esclavo; no te proporcionará el reino de tu ser.

Te hará cada día más calculador, te hará una persona más aprovechada.

Te hará cada día más político, más diplomático.

Empezarás a utilizar a las personas como medios.

Eso es lo que hace la gente.

OSHO