viernes, 28 de mayo de 2010

DEL MAESTRO... CON AMOR



Saludo al Buda que hay en ti. 
 

Puede que no seas consciente de ello, puede que ni siquiera lo hayas soñado —que eres perfecto—, que nadie puede ser otra cosa, que el estado de Buda es el centro exacto de tu ser, que no es algo que tiene que suceder en el futuro, que ya ha sucedido. Es la fuente de la que tú procedes; es la fuente y también la meta. Procedemos de la luz y vamos hacia ella.



Pero estás profundamente dormido, no sabes quién eres. No es que tengas que convertirte en alguien, únicamente tienes que reconocerlo, tienes que volver a tu propia fuente, tienes que mirar dentro de ti mismo. Una confrontación contigo mismo te revelará tu estado de Buda. El día que uno llega a verse a sí mismo, toda la existencia se ilumina.

Permite que tu corazón sepa que eres perfecto.

Ya sé que puede parecer presuntuoso, puede parecer muy hipotético, no puedes confiar en ello totalmente. Es natural. Lo comprendo. Pero permite que se deposite en ti como una semilla. En torno a ese hecho comenzarán a suceder muchas cosas, y sólo en torno a este hecho podrás comprender estas ideas. Son ideas inmensamente poderosas, muy pequeñas, muy condensadas, como semillas. Pero en este terreno, con esta visión en la mente: que eres perfecto, que eres un Buda floreciendo, que eres potencialmente capaz de convertirte en uno, que nada falta, que todo está listo, que sólo hay que poner las cosas en el orden correcto; que es necesario ser un poco más consciente, que lo único que se necesita es un poco más de conciencia...

¡¡¡¡ El tesoro está ahí !!!



Tienes que traer una pequeña lámpara

contigo. Una vez que la oscuridad

desaparezca, dejarás de ser un

mendigo, serás un Buda. Serás un

soberano, un emperador.

Todo este reino es para ti y lo es por pedirlo, sólo tienes que reclamarlo. Pero no puedes reclamarlo si crees que eres un mendigo. No puedes reclamarlo, no puedes ni siquiera soñar con reclamarlo, si crees que eres un mendigo. Esa idea de que eres un mendigo, de que eres ignorante, de que eres un pecador, ha sido predicada desde tantos púlpitos a través de los tiempos, que se ha convertido en una profunda hipnosis en ti. Esta hipnosis debe ser desbaratada. Para romperla, comienzo con este saludo:



Saludo al Buda que hay en ti,



OSHO

miércoles, 12 de mayo de 2010

"EL HOMBRE ESTÁ ENRAIZADO EN LA EXISTENCIA"-OSHO

Cuando un hombre tiene coraje de verdad, va a un Maestro, no a un cura, no a una iglesia muerta, a un templo muerto. Empieza a buscar algún fenómeno vivo. No va a la tradición.

No vive en el pasado, se mueve en el presente. Y cualquier cosa que haga, la hace desde su coraje.

Si dice “¡Sí!” lo dice desde su coraje, desde su amor por la existencia, desde una comprensión profunda de que él es parte del todo, que no está separado.

Decir que no, es negar las propias raíces. Si el árbol le dice que no a la tierra,

¿Cuál será su destino?

Estará cometiendo suicidio. Si el árbol le dice que no al sol,
¿Cuál será su destino?

Estaría cometiendo suicidio. El árbol no puede decirle que no al sol, a la tierra. El árbol tiene que decirle que sí al sol, a la tierra, al viento, a las nubes. El árbol debe permanecer en una actitud de “sí” día tras día, sólo así el árbol retiene su verdor, su vida, y puede crecer y florecer.

El hombre está enraizado en la existencia. Decir que no, es envenenar su propio sistema.

¿A quién le dices que no?

A tu propia tierra, a tu propio cielo. A tu propio sol... Empezarás a paralizarte. La persona realmente valiente mira a su alrededor, siente, se da cuenta de que es parte del todo. Viéndolo se relaja en un sí, permanece en un estado de entrega. Y está dispuesto a arriesgarlo todo, lo que sea necesario por su Sí.

OSHO